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Miembro maestro
Las universidades francesas, siguiendo el ejemplo de lo que ya hacen los países anglosajones, se están equipando con programas informáticos que permiten detectar a los estudiantes que plagian sus trabajos y memorias de Internet, según informa el diario "Le Figaro".
Los programas antiplagio usados en Francia llevan denominaciones como Turnitin, Urkun o Compilatio. Este último ha sido comprado, en el último año y medio, por una cuarentena de universidades y escuelas de ingenierías y de comercio francesas.
Mediante el pago de uno a dos euros por cada memoria o trabajo académico a analizar, según las diferentes fórmulas de abono, Compilatio permite detectar a los tramposos, cuyo número ha crecido notablemente en los últimos años con las facilidades para el plagio que ofrece Internet.
El programa procede desmenuzando el texto sospechoso de manera aleatoria para, a continuación, cotejarlo con pasajes semejantes que haya en la Red. Los segmentos copiados aparecen subrayados en rojo, naranja o verde en función del grado de plagio, y el sistema facilita, además, las direcciones de Internet en donde se encuentran los textos 'fusilados'.
François Mimiague, profesor de Estadística, ha declarado que lo más importante es el efecto disuasivo que tiene entre los estudiante tramposos el saber que hay un programa informático que les puede detectar. Además, algunas universidades francesas hacen firmar a sus estudiantes una "carta ética" en la que se comprometen a no plagiar.
Los programas antiplagio usados en Francia llevan denominaciones como Turnitin, Urkun o Compilatio. Este último ha sido comprado, en el último año y medio, por una cuarentena de universidades y escuelas de ingenierías y de comercio francesas.
Mediante el pago de uno a dos euros por cada memoria o trabajo académico a analizar, según las diferentes fórmulas de abono, Compilatio permite detectar a los tramposos, cuyo número ha crecido notablemente en los últimos años con las facilidades para el plagio que ofrece Internet.
El programa procede desmenuzando el texto sospechoso de manera aleatoria para, a continuación, cotejarlo con pasajes semejantes que haya en la Red. Los segmentos copiados aparecen subrayados en rojo, naranja o verde en función del grado de plagio, y el sistema facilita, además, las direcciones de Internet en donde se encuentran los textos 'fusilados'.
François Mimiague, profesor de Estadística, ha declarado que lo más importante es el efecto disuasivo que tiene entre los estudiante tramposos el saber que hay un programa informático que les puede detectar. Además, algunas universidades francesas hacen firmar a sus estudiantes una "carta ética" en la que se comprometen a no plagiar.