Juliuuus
Miembro maestro
El concierto estuvo de putamadre, realmente BRUTAL!!!... en definitiva: EL MEJOR CONCIERTO DE MI VIDA!!!. Jamás pensé que DP vendría a Lima y ahora que los he escuchado en vivo, y a casi 3 metros del escenario, puedo decir que he cumplido uno de mis más grandes sueños.
Me duele todo el cuerpo y ya no tengo voz, pero qué chucha. Morse con una sonrisa tatuada en el rostro, Gillan bailando a lo Shakira, Glover moviendo el bajo como si fuera una metralleta, Airey tocando el Cóndor Pasa y Paice haciendo estallar el estadio bajo la rítmica potente que solo él sabe hacer. Los tíos rockean como en sus mejores tiempos y sí que hicieron disfrutar a todo el público.
En cuanto a lo musical, Morse, Glover y Paice cumplieron al 100% con su misión, desbordaron genialidad por todos lados y, sobre todo, se compenetraron con la gente. En cuanto a Gillan, es cierto que su voz ya no es la de antes, pero cubrió casi el 99% de mis espectativas, solo se quedó en una que otra frase luego de un grito (me imagino que para recuperar el aliento). Airey elevó su ki al 98%, y también me hizo delirar al pasar los dedos sobre esas teclas mágicas (quiero robarme su HAMMOND), pero en el momento de su solo (cuando tocó el Cóndor Pasa) sentí que solo se le ocurrió tocar varias canciones al azar. Si juntamos todos los momentos malos del concierto creo que llegarían a hacer solo 10 segundos (para mí), comparado con toda la euforia desatada en la casi Hora y Media que duró, no es ni un carajo.
Los Purple sintieron el calor de la gente peruana, de los jóvenes y de los no tan jóvenes, que corearon sus temas más conocidos (y otros no tan conocidos como Things i've never said o Kiss tomorrow goodbye). Por ratos Gillan veía al público y sus ojos se llenaban de emoción, luego yo volteaba la mirada y veía a todo el anfiteatro con las palmas arriba al unísono. Son esos momentos que nunca sacas de tu mente.
En definitiva, fue un concierto ORGÁSMICO lleno de magia, emoción y sobre, todo, de buena música.
Me duele todo el cuerpo y ya no tengo voz, pero qué chucha. Morse con una sonrisa tatuada en el rostro, Gillan bailando a lo Shakira, Glover moviendo el bajo como si fuera una metralleta, Airey tocando el Cóndor Pasa y Paice haciendo estallar el estadio bajo la rítmica potente que solo él sabe hacer. Los tíos rockean como en sus mejores tiempos y sí que hicieron disfrutar a todo el público.
En cuanto a lo musical, Morse, Glover y Paice cumplieron al 100% con su misión, desbordaron genialidad por todos lados y, sobre todo, se compenetraron con la gente. En cuanto a Gillan, es cierto que su voz ya no es la de antes, pero cubrió casi el 99% de mis espectativas, solo se quedó en una que otra frase luego de un grito (me imagino que para recuperar el aliento). Airey elevó su ki al 98%, y también me hizo delirar al pasar los dedos sobre esas teclas mágicas (quiero robarme su HAMMOND), pero en el momento de su solo (cuando tocó el Cóndor Pasa) sentí que solo se le ocurrió tocar varias canciones al azar. Si juntamos todos los momentos malos del concierto creo que llegarían a hacer solo 10 segundos (para mí), comparado con toda la euforia desatada en la casi Hora y Media que duró, no es ni un carajo.
Los Purple sintieron el calor de la gente peruana, de los jóvenes y de los no tan jóvenes, que corearon sus temas más conocidos (y otros no tan conocidos como Things i've never said o Kiss tomorrow goodbye). Por ratos Gillan veía al público y sus ojos se llenaban de emoción, luego yo volteaba la mirada y veía a todo el anfiteatro con las palmas arriba al unísono. Son esos momentos que nunca sacas de tu mente.
En definitiva, fue un concierto ORGÁSMICO lleno de magia, emoción y sobre, todo, de buena música.

